El amor genera amor
El amor genera amor
Cuanto más amor demos, más amor viviremos, y cuanto más amor demos y vivamos, en este sentido activo, paradójicamente, más amor nos devolverá el mundo, aunque esta segunda matización sea secundaria.
Hemos de aprender a vivir lo que somos, a amar no proyectándonos en alguien, sino porque nuestra naturaleza es ser amor, ser feliz, aunque las circunstancias no favorezcan nuestros deseos, porque nuestra felicidad es algo que Es intrínsecamente. Por tanto, dejemos la puerta abierta para que lo que está en el centro salga y se irradie. Nada ni nadie nos podrá quitar o disminuir esa plenitud, ese amor, esa felicidad, ese gozo, esa alegría.
Es algo semejante a lo que sucede con la belleza: podemos ir a institutos de belleza, o hacer todo tipo de arreglos en los vestidos, peinados, etc.; sin embargo, la belleza solamente puede salir de dentro. Somos belleza y hay que dar salida a esa belleza que somos.
En la medida en que lo consigamos, se expresará en nosotros armonía y belleza, aunque desde un punto de vista geométrico, desde un punto de vista de formas, esta belleza no encaje con los esquemas estéticos de una época, de un momento dado. Habrá una belleza –aunque nuestros rasgos físicos sean desastrosos- que tendrá un valor mucho más considerable y que todo el mundo percibirá; es una belleza que, a medida que transcurra el tiempo, crecerá, pues no depende de nada. Nadie nos puede dar esa belleza; en cambio, sí que podemos hacer que esta belleza crezca más y más, viviéndola y expresándola.”
Antonio Blay
Limpiezas Energéticas
>